Thmubnail
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La fiesta llamada Holi, es la más famosa, colorida y entretenida de la India; es una festividad que hacía muchos años estaba subrayada en mi larga “Wishlist” viajera. La primera vez que supe del Holi no fue en India, fue en Nepal. Una mañana de marzo andaba por las calles de un pueblito ubicado cerca del Parque Nacional de Chitwan, de pronto aparecen decenas de pobladores con las caras rojas, amarillas y verdes, lo primero que me pregunté fue: ¿Qué me perdí? Investigué un poco y me enteré de que el día anterior habían estado celebrando la fiesta del Holi en las callecitas de este pequeño pueblo nepalí. Ocho años después me encontraba en Vrindavan, India, listo para adentrarnos en lo más profundo de esta fiesta. Era mi primera vez ahí y no sabía, a ciencia cierta, qué locuras nos depararían nuestros próximos dos días en India.
Casi todo es aceptado durante Holi bajo la frase: ¡Bura na Mano Holi Hai! - ¡No te ofendas, es Holi! Pero ¿qué es Holi? Es la bienvenida de la primavera. Durante dos días toda la India se llena de miles de colores. La festividad se celebra junto a la última luna llena del invierno, la que normalmente coincide con finales de febrero o inicios de marzo. 

Espiritualidad y mil colores diferentes
La colorida fiesta también tiene un origen espiritual y religioso, basado principalmente, en la victoria del bien sobre el mal. Durante cuarenta y ocho  horas las brechas sociales, tan marcadas en este país asiático, desaparecen. Todos son iguales, el vertical sistema de castas desaparece, los ricos y pobres entran al mismo saco, los enemigos se hacen amigos, el machismo radical indio se alinea y las mujeres se toman revancha. Durante el Holi los indios arman una “batalla campal”, en donde se lanzan polvos y agua de colores, a diestra y siniestra, sin respetar edades, castas, sexo o color de piel. La variedad de colores representan la felicidad, emulando las flores que nacerán durante la primavera. 

Un efecto medicinal ayurveda
El Holi coincide con el cambio de estación, por lo que es frecuente la proliferación de los virus y resfriados. Estos polvos de colores tienen un significado médico. Por cientos de años se han fabricado de hierbas utilizadas por la medicina ayurveda.
Lamentablemente, en muchos lugares de India, el aspecto comercial de la festividad ha incrementado el uso de colores sintéticos, yendo en contra del fin curativo de esta festividad. No hay piedad, no importa como estés vestido, no interesa si llevás cámara de fotos o celular, igual te atacan y te acribillan. Todo acaba cuando “tus atacantes”, te miran a los ojos, y con una gran sonrisa en la cara te dicen: “Happy Holi”.

¿Por qué Vrindavan es el lugar elegido?
Vrindavan es el mayor lugar de peregrinaje los días del Holi. Se calcula que la ciudad tiene muchísimos templos, gran parte de ellos construidos en honor a Krishna, la “divinidad estrella” del Holi.  
Si bien Krishna nació en Mathura, a solo doce kilómetros de Vrindavan, él creció aquí, en esta ciudad sagrada, es por ello que a Vrindavan se le considera como “La Ciudad del Holi”. Definitivamente, lo mejor de este festival es la libertad de la gente, que durante dos días vive intensamente su fiesta, con reglas propias, y también con reglas fuera del contexto social típico indio. En los días del Holi las calles de Vrindavan son tierra de nadie; los polvos de colores y el agua llueven sin importar nada. Si estás ahí, tenés que acatar la única norma: “no hay normas”. Polvos dentro de la boca y los ojos, cara y dientes pintados, ropa empapada, cámara y celular coloreado. Durante el holi solo queda fluir y mimetizarse con la fiesta, volverse parte de ella y vivirla, desde adentro, al 100%. Esa es la forma de gozarla, disfrutarla y de vivir una de las fiestas más lindas, espectaculares y coloridas del mundo. 
Eso hicimos y a pesar de terminar pintados y empapados, de pies a cabeza, la pasamos increíble.
¡Happy Holi! Regresaremos pronto…


Autor: Arturo Bullard / @arturobullard